Un 76% de los premios Nobel de Medicina experimentó con animales

 

Un 76% de los premios Nobel de Medicina (144 de un total de 189) experimentaron con animales, según concluye el doctor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra Enrique Sueiro, quien denuncia no obstante las 'aberraciones' cometidas en ocasiones con los animales.

 

Sueiro destaca en su tesis doctoral que, desde que en 1901 Emil von Behring recibió el Nobel por su hallazgo del antisuero para la difteria, experimentado en cobayas, avances médicos 'decisivos' para la humanidad, como las vacunas, analgésicos, transfusiones, anestesias o trasplantes, se han producido tras las pruebas en animales. El autor de la tesis, director de Comunicación del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, ilustra esta evolución con casos como el descubrimiento de la hormona insulina, en 1921, tras las investigaciones en el páncreas del perro, informa el centro académico en un comunicado. Aquel hallazgo supuso el Nobel para Frederick G. Banting y John Macleod y, 'más importante, permite hoy que miles de personas puedan vivir con diabetes en vez de morir por diabetes', subraya el autor de la investigación. Sueiro denuncia sin embargo las 'aberraciones cometidas contra los animales al amparo de la investigación científica' y recuerda casos de investigadores 'cuyos métodos para inducir psicopatologías en jóvenes monos revelaban un ensañamiento experimental impropio de la condición humana'. Según explica Sueiro, el actual marco ético-legal, basado en la sensibilización social, excluye y castiga todo tipo de crueldad con animales de experimentación. En este sentido, califica el mundo de la biomedicina como 'poliédrico' y considera que 'parece razonable encontrar un punto medio entre las reacciones que priman lo emocional y los argumentos que omiten lo afectivo' con el objetivo de 'conciliar respeto hacia los animales y dignidad para las personas'. A su juicio, un criterio equilibrado es la conocida en el ámbito biomédico como 'Regla de las 3R', que supone 'reducir al mínimo necesario el número de animales, reemplazarlos siempre que sea posible por otros métodos fiables de verificación y refinar el trato y las condiciones de los animales de laboratorio'. La tesis calcula que en todo el mundo se utilizan cada año unos cincuenta millones de animales para investigación y puntualiza que, en España, en el año 2005 se experimentó con 595.597 animales.

 

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